17 de mayo de 2008

INCREIBLE QUE LOS POLITICOS NOS CREAN TAN INEPTOS!


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Sencillamente "Increible" que los burgueses, los políticos y los ricos crean tan estúpido al pueblo colombiano. O será tal vez que si que lo somos?
Los computadores portátiles incautados en el golpe al guerrillero Raul Reyes están llenos de información, que la Interpol está revisando, PERO, los computadores del Jefe paramilitar Salvatore Mancuso "curiosamente" han desaparecido o sus memorias han desaparecido, así como las "memorias simm" de los celulares.

Como persona que me informo mas o menos bien y de manera imparcial por medios internacionale se Internet, puedo darme cuenta o analizar que tal vez toda la información que puedan sacar de los ordenadores de "insurgentes" puede encontrarla cualquier ciudadano colombiano o del mundo en las páginas Web de estas organizaciones guerrilleras, en las cuales citan hasta el último comunicado, los muerto
s propios y los del ejercito o paramilitares, así como también el armamento incautado, tiendas de campaña, intendencia, etc.
Ahora miremos que información susceptible de prueba podría haber sido encontrada en los ordenadores de los extraditables paramilitares: Información muy importante de los nexos que todo el mundo conoce del ejercito, políticos y empresarios con las autodefensas y entes paramilitares. Documentos y testimonios que posicionarían al gobierno colombiano en un total estado de ingobernabilidad. Los mas altos estamentos al
 mando del gobierno de Uribe, así como el mismo quedarían bajo un estado excepcional en donde por el camino judicial y costitucional tendría que llamarse a una urgente sustitución del gobierno colombiano.


CREASE!
Menos mal que los datos y discos duros de los paramilitares desaparecieron, pues sino la actualidad colombiana tendría serios cambios y la guerrilla colombiana adquiriría una leve credulidad.

Casi que es mejor que sigamos haciéndonos los tontos y los ciegos. Lo malo es que "nos quedemos tontos del todo" y además, que la verdad es como una vieja raiz enterrada la cual tarde que temprano prevalecerá. Y más temprano que tarde dicho arbol de la verdad nacerá finalmente, crecerá y Colombia mejorará por fuerza.

La otra parte mala es que los que nos hagamos los "tontos y los ciegos" quedaremos tontos y ciegos por los siglos de los siglos, pasando inadvertidos sin ni siquiera llegar a ser una letra dentro dela historia de nuestro país.

Juan Jo

14 de mayo de 2008

Retrospectiva Cultural


Mil pueblos han pasado por mis ojos y cientos de cafés he tomado. Como una enferma tradición de recorrer países, ciudades y pueblos nuevos, pero ahora preclaro inconsciente logro de amplitud visual de los pueblos del mundo. No tan grande, todavía, como pudiera mi inmensamente imperfecta memoria humana. Ya he empezado por lo menos a permitirme una visualización del mundo, un pensamiento superior, un concepto a parte. La idea de poder concebir un pensamiento medianamente transparente y neutral que visualice al ser humano o habitante de este planeta como el mismo elemento con diferentes costumbres, costumbres estas que se confieren como ventajas o limitantes del pensamiento general. Tendría que abrirse una nueva raza, “la de los abiertos, la de los comprensivos” , pero ese invento todavía no tiene ni bosquejo. Y mientras tanto el mundo seguirá siendo una forzosa socialización y negociación (o no, según el tiempo y el espacio) con una pequeña ventana a las relaciones personales; a parte de todo.
Las personas de esos mil pueblos han estado frente a mi con mis mismos ojos, pero con la etiqueta tan simple de sus maquillajes, vestidos y colores, como complicada de sus creencias, sociedades y banderas. Repito, “han estado frente a mi con mis mismo ojos” en una de las oportunidades mas impresionantemente fascinantes de los grupos humanos: los festivales folklóricos de música y danza. Y luego en esa ventanita llamada Internet también se vienen encontrando millones de ojos, eso si sin etiquetas, pues Internet no tiene color ni vestido mas que la palabra entre quienes se contactan amistosamente y amorosamente.
Pero falta mucho todavía.