9 de julio de 2012

Las calles de Cali

Indelicado o exigente, europeizado, llegué a esta ciudad alegre, alegre pero convulsa e inclemente.

En dos meses dos heridos de bala en mi barrio, en diez minutos 2 robos de bicicleta, a menos de 100 metros tres accidentes de tránsito. Mi padre dice que no me busque problemas, yo le respondo, los problemas ya los tenemos, yo no tengo trabajo, su pequeña pensión sufre con cada intento de subida de la factura telefónica, el celular, los impuestos o alguna eventualidad como los robos.
La calle en ciertos momentos es intransitable por el ruido, el tráfico caótico y la inseguridad. A propósito, no entiendo de donde sales tantos carros, la gasolina está casi tres veces más cara que en Europa y Norteamérica.