(Por un español)
Los amigos extranjeros, en ocasiones me escriben con buena fe, ofreciéndome su consuelo por la situación que perciben que estamos atravesando en nuestro país
Por un lado, agradezco esos guiños solidarios, pero por otro lado, reconozco que me fastidia esa pena que despertamos en el exterior.
Ciertamente, este país es un absoluto caos y ni que decir tiene que las cosas deben cambiar y mucho, pero también es cierto, que creo que nuestro pueblo (el que se sienta
más catalán que español, o
más gallego que catalán, quedan admitidos en el grupo, pues tampoco es momento de desmarcarse de un problema que ahora nos afecta a todos por igual.