17 de julio de 2012

Europa nos mira con pena…(España)

(Por un español)

Los amigos extranjeros, en ocasiones me escriben con buena fe, ofreciéndome su consuelo por la situación que perciben que estamos atravesando en nuestro país

Por un lado, agradezco esos guiños solidarios, pero por otro lado, reconozco que me fastidia esa pena que despertamos en el exterior.

Ciertamente, este país es un absoluto caos y ni que decir tiene que las cosas deben cambiar y mucho, pero también es cierto, que creo que nuestro pueblo (el que se sienta más catalán que español, o más gallego que catalán, quedan admitidos en el grupo, pues tampoco es momento de desmarcarse de un problema que ahora nos afecta a todos por igual.


Para dirimir las diferencias nacionalistas, creo que será mejor aplazar la discusión hasta que al menos, tengamos mayor estabilidad económica) tiene la capacidad de sobreponerse a los retos. Nuestra historia está plagada de aciertos y también desaciertos, pero esa costumbre tan ibérica de criticar a todo y todos creo que debería hibernar una larga temporada. Somos el país de la envidia, de los celos, de la crítica destructiva y tenemos la lengua fácil a la hora de enterrar los logros del vecino, pero también disfrutamos de otra cara, más amable, solidaria, valiente…

Yo me canso todos los días de oir al taxista, a la carnicera y al cartero, mentar a la madre del político de turno, del banquero acaudalado y del funcionario que no funciona, pero a esos mismos que sueltan el “mecagoentodo” les hago una sencilla reflexión. Cuando les escucho decir que todos los políticos son unos chorizos, que todos los banqueros son alimañas (y muchos lo son, sin duda) y que todos los funcionarios viven como el Maraja de Kapurthala les pregunto si la última reparación del fontanero o la última revisión del taxi la pagaron con IVA o sin IVA y la respuesta suele ser “sin IVA, claro…”. También les pregunto si conocen a alguna persona cercana que haya agotado la prestación de desempleo sin gana alguna de buscar "currele" y me suelen decir que efectivamente, tienen un primo que “trincó” el paro y se fue a hacer de temporero en la Bretaña francesa, mientras los demás le pagábamos la hipoteca. Para acabar, suelo preguntar a que equipo de fútbol pertenecen y después de la respuesta, le invito a que me digan que costó el último fichaje del club. La cifra de un solo jugador, suele superar el presupuesto anual de la Casa Real (por citar un ejemplo), pero me lo dicen con orgullo y sin ápice de mala conciencia: La afición merece el gasto. Eso si, luego se recagan en el elefante del Rey (en eso, al menos, no les falta razón). A estos hinchas orgullosos, les explico que los clubs españoles, deben al Estado (a nosotros, vamos) 1000 millones de euros…

En este país, adoramos hacer la “púa” a todo el que se deje. Al fisco, al cliente, al jefe, a la empresa…. Evidentemente, que muchos pagáis los impuestos, pedís factura siempre y sois aplicados en vuestro papel de ciudadanos ejemplares, pero siento decir que, los de la “púa” son mayoría a los honrados; así somos y así debemos entender el problema. Estos meses pasados hemos escuchado hablar de el modelo Islandés y de otros modelos escandinavos, pero… ¿tenemos la misma capacidad de visualizar el modelo de Estado que esos señores y señoras, altos y rubios del norte?. No, yo creo que no… ellos desde que nacen han sido educados para entender que un Estado que gasta más de lo que ingresa, no podrá darles las prestaciones que pretenden. Aquí nos educan a colarnos en el metro, a callarnos cuando la dependienta nos da un cambio de más, o tirar la colilla por la ventana del coche y quemar media Comunidad. Por no hablar de los fantásticos polideportivos que inundan la geografía, de los aeropuertos sin aviones o de las estaciones del AVE sin pasajeros.

El otro día, cenando con un buen amigo médico, cardiólogo de profesión y nacido en Guatemala, me contaba que está totalmente sorprendido al ver la ingente cantidad de material sanitario que se tira sin razón en los hospitales españoles. Me contaba como él mismo recupera catéteres (imagino que cardíacos) y otros artilugios médicos que el personal tira a la basura, sin reparar que cada uno cuesta 800 o 1000 euros. Esterilizarlo y usarlo de nuevo “ya no se lleva”. Luis (así se llama el doctor), los recoge de la basura, los esteriliza y los envía a Guatemala, pues conoce sobradamente la precaridad que se vive allí y sabe que cada uno de esos “cacharros” que aquí tiran sus compañeros (médicos y enfermeras/os), al otro lado del mar salva vidas.

También me decía, que los compañeros que más derrochan y más bajas médicas piden, son los que más gritan en los pasillos contra los recortes, los políticos y la santa madre de todos los demonios. Cada año, gastamos 90.000 millones de más y lo gracioso es que cualquier hijo de vecino, sin tener "pajolera" idea de economía ni saber quién era Fray Luca Bartolomeo de Pacioli (le dio forma al sistema contable de doble partida), organiza los presupuestos del estado con toda la pachorra del mundo y te suelta aquello de “pues… a mi que no me toquen el paro… y que recorten de… “. ¿De… de donde?

Una de las cosas que más gracia me hacen, es ver como todos decimos que a la iglesia española, ni agua (yo no soy católico, pero intentaré ser justo) , pero cuando nos llegan los primos de México, los llevamos a ver la catedral y la Sagrada Familia con orgullo y afortunadamente no se nos cae la campana en la cabeza, pues alguien (el estado un parte menor y los feligreses la otra mayor ) mantienen el campanario a punto para evitar una desgracia.

Yo ni voto al PP, ni voto al PSOE ni tan solo voto (ni lo haré mientras no existan listas abiertas), pero ciertamente creo que el problema que sufrimos, solo lo podremos arreglar aceptando que TODOS cometimos errores y que somos parte activa del problema. Si en algo coinciden los sociólogos es que los humanos solemos canalizar nuestra frustraciones individuales hacia aquellos colectivos superiores en actuación (políticos, empresarios…). También me sonrío cuando dicen aquello de “los sueldos de los políticos son una vergüenza” (el sueldo de alguno, más que ser vergonzoso es innecesario) sin saber que el monto de los sueldos de todos los políticos españoles, ascienden a 720 millones anuales y nadie habla de los 28.000 millones que se pagan en concepto de prestaciones de desempleo, siendo 8000 millones, los pagados a gente que no merece el subsidio pues o bien trabaja en economía sumergida o ni tan solo están en el país. De eso, es mejor no hablar, pues todos tenemos un colega que nos cae bien, "chupando del bote".

Alguno dirá que el subsidio es un derecho y ciertamente lo es. Pero algunos lo confunden con un plan de ahorro o un "cerdito-hucha" que nos guarda el gobierno y es ahí donde la “jodemos” pues el paro es una olla solidaria que pagamos todos para salvar la precaridad de muchos pero no para pagar las vacaciones a Playa Bavaro de otros…

Yo soy consciente de que no soy un ciudadano ejemplar. He pagado facturas sin IVA cuando he visitado restaurantes, casas rurales o a mi mecánico de confianza. Me he bajado canciones de la red, sin pagar derechos al pobre cantante que veía como su carrera se iba a la mierda por falta de recursos económicos y he usado alguna influencia para librarme de la cola que debería haber respetado, pero me da que no soy el único. El paro no lo cobré jamás, pero no lo descarto llegado el punto y si la soga aprieta… Siendo así, creo que más que quejarme de todo y de todos, deberé seguir examinando mi conducta y una de dos: o le deberé poner remedio a mi egoísmo que afecta al colectivo o deberé callarme y dejar a la madre de los de arriba tranquila, pues seguramente la mía que ya no está en este mundo, me estirará de las orejas cuando nos encontremos y me diga: ¿y tú? Tu de qué coño te quejabas si eras igual que a esos que tanto querías defenestrar , pero como eras más torpe que el resto, trincaste menos de la caja…

Ya lo decía Bertrand Russell: “la humanidad tiene una moral doble; una, que predica y no practica, y otra, que practica pero no predica”.


Anónimo

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