Al contrario de dejar de ser la ciudad salsera que siempre ha sido, ahora con sus bailarines y orquestas de salsa, se reafirma. La salsa como música no ha podido ser desplazada por otros ritmos musicales que han ido ganando fuerza y participación entre la gente, sobre todo por la juventud en las discotecas de tendencias rítmicas más modernas, y las emisoras.
Por tanto la salsa en Cali sigue vigente y se expande con más fuerza aun en las otras regiones del país y hacia países circunvecinos.