15 de junio de 2015

La Guerra Larga, Cruenta y Masiva en Colombia que todos queremos

LA GUERRA

Una guerra es una acción prolongada y desarrollada entre dos bandos, que es respaldada por ciertas masas. Las guerras son cruentas y largas batallas precisamente por el respaldo que obtienen de grupos masivos. 
Los grupos que les respaldan pueden hacerlo de manera activa (soldados, gobernantes y apellidos) y de manera pasiva (sobre todo en países que mantienen una guerra interna), y se trata de personas que no hacen aportes ideológicos, no investigan, no contrastan y en su momento votan por quien más los convence en la televisión. 

COLOMBIA VIVE UNA GUERRA LARGA, CRUENTA Y MASIVA 

Esta guerra mide más de 40 años (aclaración, no desde que nació la guerrilla sino desde que se asesinó al último caudillo constitucional). Es cruenta, con ejemplos como el de la masacre de Mapiripan o la del Aro, en la cual participó el gobernador, posterior presidente de la república; como los 500 muertos de la fosa común (falsos positivos) encontrada en la Serranía de la Macarena, que ningún medio de comunicación nunca cubrió; y es masiva como más de 200.000 colombianos muertos. 

Para la Wikipedia, el Conflicto Armado Colombiano es una guerra asimétrica de baja intensidad que se desarrolla desde la década de 1960. Para mi es toda una tradición y carácter de un pueblo. (lease: La Guerra Natural

TODOS LOS MALES NACEN EN EL GOBIERNO 

En cuanto que el gobierno está compuesto por toda la descendencia de apellidos del país que dominan además de las grandes empresas a los medios masivos de comunicación, TODOS los males nacen del gobierno. 

Haciendo un poco de historia, las guerrillas nacen a partir de la impotencia de una lucha política contra un sistema oligárquico basado en la dinámica comercial de las familias tradicionales (hoy en día sigue exactamente igual). Un sistema que envió a la tumba al último caudillo de un partido político constitucional. 

DERRUMBAR LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN TRADICIONALES ES URGENTE 

Pero imposible. Todas las naciones lo saben, los grandes grupos económicos lo usan y hasta es fundamento de mercadeo. Al pueblo “pan y circo” porque de nada más saben vivir. 

EL EFECTO DEL VENENO 

Somos un pueblo pasional y es lo que ha tocado Alvaro Uribe Velez. El jefe de las fuerzas armadas en la sombra, ha penetrado una población mayoritaria y ha usado todos los medios posibles, sobre todo ilegales, para manipular e inyectar la rabia, un invento personal. 

SE CIERNE UNA GUERRA INFINITA 

Claramente se ve que los gobernantes en Colombia no pueden ser más que herederos de bienes y cargos, no tienen una verbalización, no tienen discurso, no tienen filosofía ni mucho menos son estadistas. Si profundizamos un poco puede que hasta documentos de grado falsos encontremos, como se sospecha con Uribe Velez. 

Cada vez los gobernantes avergüenzan más a un pueblo un poco más versado. ¿Por qué no tienen micrófono abierto en las cadenas de noticias los jefes guerrilleros? No es porque sean “unos delincuentes al margen de la ley que no tienen derecho a nada”, como dicen algunos guerreristas/uribistas. Los grupos económicos lo que tienen es un miedo aterrador, están que se cagan de susto imaginarse a sus títeres entablando una conversación dialéctica con ellos. 
“Nunca discutas con un idiota, te obligará a bajar a su nivel y allí te derrotará con su "experiencia" (influencias)” 
Carecen de intelectuales que puedan dominar con verdadera convicción y por supuesto no van a liberar así de fácil a esa “banda de intelectuales”, que quieren dejar las armas para participar en la política, para que se tomen los medios y las mentes de la población y cambien el sistema. 

UNA MEJOR GUERRA 

A este país lo cambia una guerra, pero no como la que describe Wikipedia, ni siquiera con el triple de los muertos, población pobre trabajadora al servicio de la guerra servirán, con el opio de la TV encendido y la rabia inyectada. Guerra que promueve guerra, a través de los servidores de Uribe, empresarios y apellidos que sufrieron violencia y responden con violencia, pero con los soldados de los pobres, unos verdaderos vasallos. 

La verdadera guerra que cambiará el estado neurótico de un país será la que toque todas las estancias, las instituciones y las construcciones, una guerra de bombardeo abierto en donde se afecte todos los niveles familiares e institucionales, donde se sienta de verdad la hecatombe. Una invasión norte-americana, por ejemplo.

Ales Gutiérres

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